Los cuentos que nos leían cuando éramos niñas, en especial a “Cenicienta” nos hacían soñar con la historia de un príncipe azul que vendría a rescatarnos de nuestra vida y a su lado seremos felices y comeremos perdices. La vida real nos muestra que los fantasiosos cuentos se separan, en muchas ocasiones, de la realidad y la bella princesa debe armarse fuerte y valerosa, tomando las riendas de su propia vida. Pero este cuento tiene dos personajes principales: La Cenicienta o Víctima y el Príncipe o Rescatador . Partamos de la idea de que para que exista una princesa, debe hallar un hombre dispuesto a rescatarla; muy egocéntricos, adictos al control y, sobreprotectores. Además “el Príncipe” piensa que “la Cenicienta” no puede vivir sin su constante cuidado y protección. Pero, a los “Príncipes” no les gusta que las “Cenicientas” les contradigan, lo cual es debido al modelo de relación de pareja inculcado durante la infancia, a través de los padres. Adueñémonos de un nuevo concept